
Desde siempre el comercio ha dado prosperidad a Roscoff: telas, sal, maderas… y hasta cebollas exportadas a Inglaterra en el siglo XIX. Este vínculo con Reino Unido sigue siendo importante porque muchos barcos hacen el recorrido hasta Inglaterra e Irlanda. Resulta muy agradable pasear por esta población, observar sus casas decoradas con agujas, gárgolas y cornisas, que hablan de esa opulencia pasada.