Hay muchas estampas típicas de NY y una de ellas es, sin duda, la del Brooklyn Bridge. Construido a finales del siglo XIX tiene casi dos km. de largo y destaca por ser el primer puente suspendido mediante cables de acero. Une los distritos de Manhattan y de Brooklyn.
Atravesar andando el puente de Brooklyn de un extremo al otro es cita casi obligada para cualquier neófito en esta ciudad y nosotros no podíamos ser menos. Por encima del espacio destinado a los coches, en uno y otro sentido, hay un vial que sirve tanto para peatones como para ciclistas. En el suelo está claramente delimitado el espacio para unos y otros, así como el sentido de la marcha. En apenas media hora cruzas el río por el puente de Brooklyn disfrutando de una panorámica única, de la estructura del propio puente, de los coches que transitan por él y de NY. Fantástica esta obra de ingeniería que merece todos los elogios y que el cine ha elevado a la categoría de mito.