La Catedral de San Juan el Divino de Nueva York es la construcción neogótica más grande del mundo. Sus obras comenzaron en 1892 y todavía no han terminado, aunque ya se emplea como sede del arzobispado de la Iglesia episcopal de Nueva York, y puede ser visitada. Este mito de catedral inacabada le ha valido el sobrenombre de San Juan la Interminable.
Se accede a la Catedral por sus inmensas puertas de bronce y lo que más llama la atención es un precioso rosetón hecho de más de 10.000 piezas de cristales de colores. De entre sus capillas destaca la conocida como Capilla del Trabajo, donde podremos encontrar el memorial del FDNY.
He visitado el Vaticano original de Roma y su réplica de Yamossoukro (Costa de Marfil) y diría que esta catedral les sigue en grandeza y esplendor, todo en San Juan el Divino es colosal. Sin duda, si estás en NY merece la pena hacer una escapada para disfrutar de semejante joya inacabada, más allá de las afinidades espirituales que uno pueda tener.