Última parada del crucero: Santorini. Santorini es absolutamente diferente a todas las islas Cícladas o a cualquier otra isla del Egeo. Su configuración geológica le da esa belleza salvaje y única. La isla toma su forma actual al hundirse la caldera del enorme volcán. Su capital es el pueblo de Thira y su principal puerto el de Acinios. Existe una teoría, según la cual, en Santorini pudo encontrarse la perdida Atlántida.
Tiene forma de media luna y en su parte interior, donde antiguamente estaba el gran volcán, existen otra serie de islas más pequeñas, pero muy bellas. La subida desde el puerto de Thira se puede hacer a pie, en burro o en cable aéreo. Las vistas más espectaculares sin embargo se consiguen desde el pueblo de Oia, mires donde mires hay una imagen genial, una bella postal de lo mejor de Grecia. Lástima no haber podido disfrutar también de sus magníficas playas, quizás en otra ocasión. Impresionante.