
En compañía de cinco buenos amigos (Tomás V, Oriol, Toni, Pedro J y Gonzalo) el sábado 22 de octubre pude cumplir mi promesa. Durante diez horas caminamos desde Cornellà hasta el santuario de Montserrat. Hubo de todo: ampollas, dolor, palabras, risas y mucho mucho compañerismo. Allí arriba nos esperaba Tomás, juntos fuimos a darle las gracias a la virgen, nos hicimos las fotos de recuerdo y compartimos mesa, antes de volver a nuestros hogares. La experiencia ha sido genial y todos nos hemos propuesto volver a hacer alguna otra excursión juntos, seguro que no tardará en llegar. Gracias amigos por compartir una jornada tan emotiva conmigo, gracias Tomás por estar ahí para verlo y vivirlo junto a nosotros, y muy especialmente gracias virgen de Montserrat por permitirlo.