viernes, 28 de noviembre de 2008

Los niños de Huang Shi

Basada en hechos reales, esta película narra la increible historia del joven inglés George Hogg que llega a China en los años 30 cuando el país está siendo tomado por las tropas japonesas. Hogg se libra de la muerte gracias al lider de un grupo de la resistencia china y acabará haciéndose cargo de un viejo orfanato en Huang Shi. Cuando Hogg descubre que los niños pueden ser reclutados y que corren peligro se embarcará en un insólito y durísimo viaje de más de mil kilómetros a través de China.

Excelente largometraje, donde el protagonista es una persona en búsqueda permanente de algo que le de sentido a su vida. Cuando, por azar, lo descubre (serán los niños del orfanato) se entrega a ellos en cuerpo y alma. La película sorprende por la calidez de los personajes y por la dureza de la historia personal y colectiva que cada uno de ellos esconde tras de sí. Las palabras finales son muy bellas, tanto que es fácil dejar que alguna lágrima resbale mejilla abajo. En fin, os la recomiendo, no quedaréis defraudados.

Darwin y el anís del mono

En la asignatura de Ciencias para el mundo contemporáneo estos día hemos hablado de creacionismo, lamarckismo y, cómo no, de evolucionismo. Charles Darwin es el personaje más conocido de la teoría evolutiva: las especies están sometidas a un proceso gradual de evolución constante, cuyo motor es la selección natural, de manera que especies similares tienen un antepasado común. Cuando Darwin aplicó sus teorías al origen del hombre y expuso su tesis sobre el origen común de humanos y primates la controversia que se generó fue considerable.


Por aquel entonces, los dueños de la marca “Aní­s del mono”, con gran visión comercial, cambiaron el logo de su etiqueta y pusieron una caricatura de Darwin, mitad hombre mitad mono, sustituyendo al pequeño mono que habí­a anteriormente. En la actualidad el logo no se ha cambiado y sigue siendo Charles Darwin el que aparece caricaturizado en su etiqueta. Es posible que la mayoría de consumidores de esta bebida alcohólica no haya reparado en este hecho, ¿qué pensaría Darwin si le ofrecieran un trago de Anís del mono?.

domingo, 9 de noviembre de 2008

Vete y vive

Esta semana hemos visto en el cole con los alumnos de primero de bachillerato, a caballo entre la tutoría y la clase de Religión, la película "Vete y vive".

Sinopsis: 1984. Miles de refugiados africanos procedentes de veintiséis países llegan a los campamentos de Sudán. A instancias de Estados Unidos e Israel se ha puesto en marcha un vasto proyecto (Operación Moisés) para llevar a los judíos etíopes (falashas) a Israel. Una madre cristiana convence a su hijo de nueve años para que diga que es judío y así salvarle de la hambruna y de una muerte segura.

El niño llega a la Tierra Prometida. Oficialmente es huérfano y le adopta una familia sefardí francesa afincada en Tel Aviv. Crece con el temor de que descubran su secreto, no es judío ni huérfano, sólo es negro. Descubrirá el amor, la cultura occidental y el judaísmo por un lado, y el racismo y la guerra en los Territorios Ocupados por otro. Se convertirá en judío, israelí, francés y tunecino, una auténtica torre de Babel humana. Pero nunca olvidará a su auténtica madre, la que se quedó en el campamento, y siempre soñará con encontrarla de nuevo.

La película no deja a nadie indiferente. Toca infinidad de temas: el choque de culturas, de razas, de religiones, el conflicto israelí-palestino, el amor, la familia, la verdad, el sentido de la vida... Si aún no las visto, ¿a qué estás esperando?.

La victoria de Obama

Este martes ha marcado un punto de inflexión en la historia de Estados Unidos y, me atrevo a decir, que también en la historia de la humanidad: Barack Obama se ha convertido en el primer presidente negro del país norteamericano.

Obama representa una esperanza de cambio en un momento de profunda crisis y recesión económica. Pero, no sólo se esperan con ansias sus propuestas económicas para reflotar la economía mundial, también se espera de él un cambio de rumbo en la política internacional estadounidense, que sea menos beligerante y mucho más dialogante. Lo cierto es que la administración Bush lo ha hecho tan mal (guerra de Afganistán, guerra de Irak, crisis mundial...) que el cambio propuesto por Obama ha sido visto por la mayoría de norteamericanos como la única salida.

El hecho de que Obama sea negro no es anecdótico ni circunstancial, evidentemente tiene un significado muy especial para la comunidad afroamericana, pero lo auténticamente importante no es el color de su piel o su historia personal (impresionante) sino su oratoria para esperanzar a todo un pueblo y su capacidad para hacer realidad sus promesas. El tiempo, juez supremo, situará a Obama en el lugar que se merezca. De momento, el que suscribe esta entrada, se congratula con su victoria y le desea mucha suerte en este duro camino que tiene por delante. "Yes, we can".

Recordando a nuestros difuntos

El mes de noviembre empieza con un claro recuerdo a los difuntos. En nuestro país es tradición que el primer día de noviembre muchas personas se acerquen a los cementerios y dediquen unos momentos a limpiar la lápida, poner flores y rezar una oración por el alma de sus familiares y amigos ya fallecidos. Pero incluso en esto se nota la crisis y los cambios de hábito sociales, ahora está más de moda disfrazarse y celebrar Halloween que acordarse de los muertos.

Personalmente, cada día durante la plegaria busco siempre un momento para hacer presentes a "mis difuntos": mis abuelos (Antonio, Manuel, Nona y Mari), mis amigos (Germán, Montse, Joserra, sr. Andrés), mis alumnos (Sergio, Irene)... Todos ellos están ya en manos de Dios, gozan de su misericordia y desde allí interceden y velan por nosotros. Su recuerdo está siempre vivo en mí y esa llama me ha dado luz en muchos momentos, por eso me gusta recordar las palabras de Jesús: "Yo soy la resurrección y la vida; quien cree en mí, aunque muera, vivirá" (Jn 11, 25).

sábado, 1 de noviembre de 2008

La triste historia de Asha

Lali Cambra firma hoy en El País un sobrecogedor reportaje sobre Somalia, donde narra las circunstancias asociadas a la muerte por lapidación de Asha Ibrahim Dhuhulow.

Asha era una niña de 14 años. Nació en el campo de refugiados de Hagardeer, en el sur de Kenia, donde iba a la escuela. Su epilepsia llevó a su familia a enviarla con su abuela a Mogadiscio, la capital del país. La desgracia se cebó aún más con Asha cuando en su viaje quedó atrapada en Kismayo, al ser la ciudad conquistada por las milicias integristas. Allí sobrevivió un tiempo, hasta que un día tres hombres la secuestraron y violaron. Ella los denunció pero la familia de los infractores consiguió que retirara la denuncia con la promesa de dinero (que ella iba a emplear para llegar a su destino), y al mismo tiempo la denunciaban a ella por supuesta extorsión y adulterio. El tribunal islámico la condenó a morir lapidada.

De nada sirvieron su minoría de edad, su violación o su inocencia, porque ni siquiera tuvo derecho a defenderse de las infundadas acusaciones vertidas sobre ella. ¿Cómo es posible que esto siga pasando en el siglo XXI?, ¿cómo pueden existir personajes tan siniestros como los que que forman parte de dicho tribunal?, ¿cómo puede alguien atribuirse el poder de decidir sobre la vida y la muerte de un ser humano tan frágil como Asha?, ¿cómo puede alguien ampararse en la ley islámica para justificar la muerte a pedradas de una joven inocente?...

Asha, deseo que nunca nadie más tenga que sufrir otra injusticia tan terrible como la que tú has sufrido. Desde tu lugar en el cielo, ayúdanos a humanizar este mundo tan deshumanizado. Aunque no nos hayamos conocido tu recuerdo permanecerá siempre vivo en mi corazón. Hasta siempre Asha.