lunes, 28 de enero de 2008

Vivir cada día como si fuera el último

He empezado a leer el último libro de Francesc Torralba titulado "El sentido de la vida". Confieso que la atracción fue más por el título que por el autor, si bien es cierto que hace unos años disfruté mucho con sus lecciones de ética en el Instituto superior de ciencias religiosas de Barcelona. El sentido de la vida es también el centro de interés de mis clases de Religión en primero de bachillerato.

Torralba tiene la virtud de ser muy académico y eso supera con creces su escasa originalidad en los argumentos. De lo que llevo hasta ahora el punto que más me ha hecho reflexionar se refiere al hecho de plantearse qué hacer si supieras que hoy es el último día de tu vida. Perplejidad, continuidad y liberación son las tres opciones que se apuntan. La perplejidad equivale a no reaccionar, la continuidad supone hacer lo mismo de siempre -eres feliz haciéndolo-, así que de entrada me decanto por la tercera, es decir, por la liberación.

Sin duda juntaría a mis seres queridos y les pediría perdón, les daría las gracias y les recordaría lo mucho que les amo y les seguiré amando. Me gustaría también despedirme de mis amigos, y de mis alumnos, sentarme en un banco de un parque y ver jugar a Carles y Laura, contemplar las olas del mar al atardecer junto a Olga, ir a la iglesia y rezar... Realmente no es necesario llegar a una situación límite para hacer todo esto, lo podría hacer igual cualquier otro día pero la rutina y la inercia de la vida me lo impide.

Si pudiera vivir como si cada día fuera el último con seguridad daría prioridad a las personas que me rodean, relativizaría los problemas del trabajo, disfrutaría más de las cosas sencillas. Quizás aún no es demasiado tarde para darle un nuevo sentido a mi vida, para eso tengo que arriesgar y yo nunca he sido un cobarde, ¿a qué estoy esperando?.

domingo, 27 de enero de 2008

Lo siento, muchas gracias, te quiero

Una parte importante de nuestra vida está dominada por el lenguaje, por las palabras. Sin ellas sería muy difícil comunicarnos, relacionarnos, expresarnos. El diccionario está lleno de palabras y, sin embargo, cada uno de nosostros apenas utilizamos unos cientos de ellas. La tendencia actual entre los jóvenes va más allá pues incluso las abrevian en su afán por economizar el tiempo, ¿o es por minimizar el esfuerzo que supone comunicarse con alguien?. Sea como fuere las palabras pensadas, dichas, escritas, leídas, e incluso las inventadas, nos ayudan a entender mejor el mundo que nos rodea.

Hay palabras y expresiones que tienen un peso específico y un significado más relevante que la mayoría. Hoy me quiero fijar en tres de esas expresiones: "lo siento", "muchas gracias" y "te quiero". Seguro que hay muchas otras expresiones igual de relevantes pero en mi modesta opinión si fuésemos capaces de decir alguna de estas tres en el momento adecuado, y a la persona oportuna, el mundo sería otro. Nos cuesta mucho pedir perdón, agradecer algo que se ha hecho por nosotros o decirle a la persona querida lo que sentimos por ella, ¿por qué?.

Cuando decimos que lo sentimos estamos reconociendo que nos hemos equivocado y deseamos que nuestro error sea enmendado; pedir perdón es un gesto de humildad y nos enaltece como personas. Agradecer a otra persona algo que ha hecho o dicho por nosotros también es sublime, pues el agradecimiento nos identifica como personas ecuánimes y justas. Por último, expresar el cariño o el amor que sentimos por otro ser humano es algo maravilloso, es un sentimiento tan intenso que serviría incluso para darle sentido a toda una vida.

A veces esas palabras tan intensas se dicen cuando uno vislumbra el final de su existencia personal. Espero que mi existencia tenga aún camino por recorrer, sin embargo hoy siento la necesidad de decir: perdón a todos aquellos a los que, de forma consciente o no, haya podido causar el más mínimo dolor; gracias a todos los que me ayudáis a darle forma y color a la vida; a todos vosotros que hacéis de mí una persona querida y valorada, yo también os quiero.

jueves, 24 de enero de 2008

Nuevo papa negro

El año 2008 ha traído un nuevo general para la Compañía de Jesús. Tras la jubilación voluntaria -aceptada por el Papa- del holandés Peter Hans Kolvenbach, que llevaba 24 años en el cargo, los jesuitas han optado por el español Adolfo Nicolás para ocupar la silla de san Ignacio. Ya tenemos nuevo "papa negro": lo de negro viene por la vestimenta, lo de papa nos da una idea del "poder" que tienen los jesuitas dentro de la Iglesia.

Puede parecer una chiquillada pero desde que ví "La misión" con quince años quise ser jesuita. Me quedé impactado por su opción radical por los pobres, los desheredados, su capacidad de crítica, su formación y muchos otros aspectos. Si a esto le sumamos que, al acabar la carrera de ingeniería, durante cuatro años trabajé como docente en una escuela de los jesuitas, lo extraño es que ahora no sea uno de ellos.

Después del propio Ignacio de Loyola y de Francisco Javier el jesuita que más ha influido positivamente en los destinos de la Compañía ha sido el español Pedro Arrupe. Como ellos, Arrupe estuvo muy ligado a Oriente, hecho que le otorgó un amplio contacto con otros pueblos, otros idiomas, otras maneras de entender y de vivir la fe. La casualidad ha querido que el nuevo general, discípulo de Arrupe, lleve más de cuarenta años en Japón y ligado a la provincia jesuita de Asia. Por tanto, se puede pensar que la Compañía quería un nuevo Arrupe y quizás por eso han optado por Nicolás, a pesar de sus 71 años.

Los allegados definen a Nicolás como una persona muy inteligente, sensible, trabajador, capaz de enseñar y aprender, de hablar y escuchar, abierto a los signos de los tiempos, alejado de muchos de los planteamientos ultraconservadores de Roma. Los jesuitas esperan que Nicolás ponga ese talente al servicio de la Compañía, como ha hecho durante toda su vida, y eso sirva para modernizar la orden, hacerla más atractiva a los jóvenes, mientras siguen trabajando en los límites, dentro y fuera de la Iglesia, con los más marginados de la sociedad, sin perder el sentido de crítica y autocrítica, y se sigue potenciando la opción preferencial por los pobres. Que así sea.

martes, 22 de enero de 2008

La unidad de los cristianos

Como cada año, y ya van más de cincuenta, del 18 al 25 de enero la Iglesia celebra la Semana de oración por la unidad de los cristianos. Tras el Cisma de Oriente y la Reforma de Lutero los cristianos estamos divididos en tres grandes ramas, los católicos, los ortodoxos y los protestantes, pero coexisten muchas otras iglesias: luteranos, adventistas, calvinistas, etc. Todos estamos unidos por la fe en Jesucristo pero nos separan cuestiones relativas a la autoridad del Papa, al valor de los sacramentos, etc.

En las últimas décadas el ecumenismo ha vivido momentos de verdadero encuentro y avance, pero las porturas están muy enquistadas y será difícil conseguir que todos renunciemos a algo para lograr vencer la división actual. Resulta triste comprobar cómo la única Iglesia, promovida por Jesucristo y fundada por el Espíritu Santo en Pentecostés hace dos mil años está más dividida que nunca.

En cualquier caso, iniciativas como esta semana de oración y otras parecidas de índole ecuménico, nos acercan a nuestros hermanos en la fe (el término hermanos separados tiene una clara connotación histórica pero no me parece pertinente), nos ayudan a valorar las cosas que nos unen por encima de las que nos separan y, por tanto, suponen un paso adelante en el intento de recuperar la unidad perdida en el cristianismo y en la Iglesia.

domingo, 20 de enero de 2008

Vidas itinerantes

La Iglesia celebra hoy la Jornada mundial de las migraciones y, por puro azar, ayer leía el último cuadernillo de Cristianisme i Justicia titulado "Vidas errantes", escrito por Jaume Flaquer y que, como se dice en el epílogo, pretende ser un esbozo de la teología de la migración.

El cuadernillo tiene la virtud de ser de lectura fácil y la teología que subyace es francamente asequible para cualquiera. Básicamente se intenta demostrar cómo cada religión fundamenta la necesaria acogida del inmigrante, al tiempo que se plantea el modelo de vida itinerante que propugna cada una. Efectivamente, las tres grandes religiones (judaismo, cristianismo e islam) son esencialmente anti-racistas y acogedoras, pues se entiende que acoger al inmigrante es acoger al hermano, al propio Dios.

En la actualidad, detrás de muchas de estas vidas itinerantes hay historias de amor, dolor, necesidad, exilio, añoranza, esclavitud, miedo... Cada día hay cientos de personas que ponen en juego su vida cruzando una frontera, sin papeles, renunciando muchas veces a su pasado y con más dudas aún sobre su futuro. Algunos salen adelante, otros no.

Yo vivo en un barrio donde la inmigración supone actualmente el 35% de la población. Es un barrio de gente obrera y de clase media, que en su día ya acogió la oleada migratoria de los años 20 y también la de los años 50. Ahora, medio siglo después, vuelve a acoger a muchas personas llegadas de otros países, con otra cultura, idioma, religión, forma de vida, etc. No está siendo una acogida fácil porque se ha hecho muy deprisa y está suponiendo una sustitución de la población autóctona por la recién llegada. Han fallado los mecanismos de previsión y ahora corremos el riesgo de una cierta "ghetización", especialmente en los centros educativos y en los espacios públicos. Se imponen medidas de civismo y de convivencia, incluso de mediación. La integración del recién llegado es necesaria, pero por sí sola no es suficiente.

Flaquer dice que "en la migración hay dos movimientos: uno que lleva a ser esclavo en una tierra extranjera y otro que lleva a la liberación". Mi familia, oriunda de Extremadura, migró a Cataluña en los años 70 y para nosotros ha sido la tierra prometida, me gustaría creer que también lo será para muchos de los que llegan.

Alianza de civilizaciones

Estos días ha tenido lugar en Madrid el I Fórum mundial de la Alianza de civilizaciones. Se trata de una iniciativa impulsada por los presidentes de España y Turquía, con el auspicio de Naciones Unidas. Surge como respuesta a la famosa predicción del "choque de civilizaciones" entre oriente y occidente profetizada por algún pensador norteamericano.

La filosofía de la iniciativa es muy positiva, tender puentes entre las diferentes culturas, civilizaciones, religiones, para potenciar los elementos que nos unen en lugar de exaltar todos aquellos que nos diferencian. Para que la idea no se quede exclusivamente en una propuesta estos días reconocidos líderes mundiales, que van de presidentes de gobierno, pasando por líderes religiosos o sociales a premios Nobel, han empezado a concretar proyectos. Entre otros, podemos encontrar algunos para incentivar la realización de películas que promuevan la igualdad social entre hombres y mujeres, becas de formación entre estudiantes de culturas diversas, la creación de un voluntariado para promover los objetivos de la Alianza, etc.

Debo decir que comparto los objetivos últimos de este ambicioso y necesario gran proyecto de Alianza de civilizaciones, pero creo que es importante una política global más equilibrada. Las películas, las becas o los voluntarios son importantes, pero también lo es una cooperación al desarrollo justa, unas reglas comerciales y arancelarias no discriminadoras, una potenciación de la democracia, una diferenciación entre la política y la religión, un reparto equilibrado de los recursos naturales... Si no se combinan los aspectos a nivel global y particular las grandes soluciones no existen. Sin embargo, siempre será mejor intentar hacer algo que quedarse con los brazos cruzados viendo cómo los radicales dinamitan el mundo.

viernes, 18 de enero de 2008

Nuevo bachillerato a la vista

Acabo de leer el proyecto (provisional) de decreto por el cual se establece la ordenación del nuevo Bachillerato, que supuestamente entrará en vigor el próximo curso escolar.

Resulta muy decepcionante ver cómo se reducen horas de lengua y de filosofia, la religión pasa a ser voluntaria y puede que se elimine el trabajo de investigación (que sólo se hacía en Cataluña), para introducir una asignatura cuyo nombre es "ciencias para el mundo contemporáneo" y se amplian las horas de las asignaturas de modalidad.

Estos días mis alumnos han entregado su trabajo de investigación y constato que, más allá del resultado final, supone un reto importante para ellos y se puede apreciar una gran evolución a lo largo del proceso. Si llega a eliminarse sería un gran error. Por otra parte, es una realidad que cada día los alumnos escriben peor, cometen muchas faltas de ortografía, tienen un vocabulario muy escaso (en esto los famosos sms tienen mucha culpa) y reducir la formación en lengua supone agravar estos problemas.

No se bien cuáles serán los contenidos de la nueva materia y eso me preocupa, porque puede convertirse en una nueva "maría", sin embargo como persona de ciencia que me considero creo que si está bien fundamentada puede ser muy interesante y útil. Otro punto de preocupación, éste más personal, es que en las optativas de la modalidad de Ciencia y tecnología veo Electrotecnia pero no veo Mecánica. Si acaba siendo así es un gran perjuicio para mí, tres horas menos de clase.

No veo claro este proyecto, mejor dicho sí lo veo claro pero no me gusta lo que veo. Creo que una vez más las mentes pensantes no son las mentes de los docentes sino de los políticos y ya sabemos que cada vez que eso pasa salen chispas. Preparemos los extintores.

martes, 15 de enero de 2008

Todo sobre mi madre

Construirse a sí mismo es una tarea compleja, no exenta de fracasos, que se apoya -aunque parezca una enorme contradicción- en aquellas personas, personalidades y caracteres que constituyen para nosotros un verdadero testimonio, una referencia a seguir.

Mi madre siempre ha sido para mí uno de esos testimonios, sin duda el más importante. Persona trabajadora, cariñosa, amable, creyente, orante... desde pequeño me ha enseñado (también a mis hermanos, sobrinos y ahora a sus nietos) el valor del esfuerzo, la recompensa del trabajo bien hecho, el beneficio de una palabra amable, la fortaleza de la fe, el consuelo de la oración.

Mi madre forma parte de esa generación de mujeres curtidas en el campo, acostumbradas a trabajar, a sufrir y a llevar las riendas de su familia y de su casa. Mi madre es de esas mujeres fuertes capaces de vencer a un cáncer tan virulento como la leucemia. Mi madre es el fundamento de mi vida y el pilar que ha impedido mi derrumbe moral en más de una ocasión.

Sus cuentos han pasado de generación en generación y un día será necesario recogerlos por escrito para que no caigan en el olvido. "All about my mother". Esa es su gran herencia: su voz, su oración, su ejemplo, en una palabra, su testimonio.

domingo, 13 de enero de 2008

El arte del séptimo arte

El cine o séptimo arte (nunca me he planteado cuáles son los seis anteriores) ocupa un lugar importante en mi vida, como espectador, por supuesto. Todos hemos visto películas que por una u otra razón han dejado en nosotros una huella importante, ya sea por el momento, la interpretación de los actores, la compañía, el lugar o cualquier otra coyuntura. No tienen porqué ser grandes largometrajes, ni tan siquiera mediocres, pero para nosotros son especiales y eso hace que las recordemos o, es mi caso, que las visionemos cada cierto tiempo.

Me considero un buen cinéfilo y por eso no me resulta fácil hacer una lista de todas las películas significativas para mí, pero siempre puedo citar unas cuantas: "La Misión", "Jesús de Nazaret", "La Pasión", "El cazador", "El club de los poetas muertos", "El hijo de la novia", "American History X", "El cartero de Neruda", "Tiempos modernos", "El gran dictador", "Juan Nadie", "Mar adentro", "Senderos de gloria", etc. Son películas que tratan sobre el poder de la fe, el sentido de la vida, la fuerza de la amistad, el precio del odio, el amor, la muerte, etc. Son películas que te ayudan a verte reflejado en la pantalla y a reflexionar sobre el sentido de tu propia vida.

Hoy es la entrega de los Golden Globe Awards en Estados Unidos y Javier Bardem opta al premio como mejor actor de reparto. Por cierto, Bardem nació exactamente el mismo día, mes y año que yo, simple curiosidad. No habrá ceremonia de entrega de premios ni alfombra roja porque la huelga de guionistas lo ha impedido, en su lugar se celebrará una rueda de prensa para dar a conocer a los ganadores.

En realidad, los ganadores somos todos nosotros, los espectadores porque gracias a guionistas, actores, productores, directores, podemos reir, llorar, soñar, disfrutar, sufrir y eso sin movernos de una butaca de cine, aunque a la salida no todo siga en el mismo sitio. ¡Menudo arte tiene el cine!

Expectativas

Todo ser humano diseña su propio proyecto de vida, luego las circunstancias, el azar, las oportunidades, la suerte o la desgracia, la perseverancia o el abandono, entre otros, condicionarán las posibilidades de ese proyecto de hacerse realidad. En cualquier caso, todos estamos llenos de incertidumbres, expectativas y sueños que esperamos se cumplan en un futuro que casi siempre se muestra incierto ante nosotros.

Todas nuestras expectativas personales e individuales se enmarcan generalmente en unas expectativas mucho más amplias, colectivas, que pueden ser sociales, políticas, religiosas, deportivas, culturales, etc. La posibilidad de ser padre en los próximos meses y de asumir nuevas responsabilidades profesionales son algunas de mis expectativas a nivel personal, saber qué partido gobernará después de las elecciones generales del 9 de marzo y qué pasará con la ley de educación son situaciones que crean distintas expectativas colectivas.

En ocasiones algunas expectativas se ven frustradas mientras que otras logran realizarse. Es entonces cuando experimentamos una gran sensación de fracaso o éxito, respectivamente. Sea como fuere, hay que aprender a relativizar y a poner todas las cosas en su sitio y en su justa medida. Cuando aprendemos de los fracasos sin hundirnos, o cuando compartimos los éxitos sin magnificarlos, es cuando nos dotamos de una fortaleza de espíritu y ánimo que nos ayuda a afrontar mejor las diversas situaciones de la vida, tomen el matiz que tomen. ¡Que no nos falten nunca expectativas!

sábado, 12 de enero de 2008

Cien libros de ciencia


La Direcció de Promoció de Cultura Científica de l'nstitut de Cultura de Barcelona, en el marco del Año de la Ciencia 2007 ha publicado recientemente una guia titulada "100 libros de ciencia". Recoge cien reseñas sobre libros que tratan diversos temas científicos. Son libros dirigidos al gran público, que tienen un carácter eminentemente divulgativo y que pretenden ayudar a superar la barrera de la ciencia para la mayoría de los profanos.

Apenas conozco tres o cuatro de los títulos de la guía y ni siquiera he tenido la oportunidad de leerlos, pero la lectura de algunas reseñas me ha "abierto el apetito". Leer libros de ciencia no es habitual porque no estamos acostumbrados y porque la mayoría de personas posee una especie de miedo escénico apriorístico a no entender aquello que va a leer. Muchos descubren, con asombro, que un libro divulgativo de ciencia no tiene que resultar tedioso ni mucho menos ininteligible, incluso puede resultar entretenido y fascinante. Aún a riesgo de equivocarme creo que muchos de los títulos recogidos en esta guia pueden ser de los entretenidos o fascinantes.

Y ya que estoy hablando de ciencia lamento profundamente que haya acabado el año 2007, el año de la ciencia, y que haya pasado con más pena que gloria. Las iniciativas han sido escasas, todas loables, pero a todas luces insuficientes. Es tarea de todos los que amamos la ciencia contagiar ese sentimiento, pero es obligación de las esferas de poder poner todos los medios para que la ciencia se extienda, se popularice y se estrechen los caminos que la separan de la mayoría de los ciudadanos, al menos en este país. Faltan programas científicos en la tele, revistas divulgativas (salvo honrosas excepciones), revistas profesionales, museos, exposiciones, etc.

Como el próximo año de la ciencia puede tardar lustros, y mientras nuestros políticos deciden potenciar un tema tan crucial para el desarrollo de cualquier nación, tal vez debamos adelantarnos y hacer que cada día sea el día de la ciencia, de nosotros depende.

viernes, 11 de enero de 2008

El auténtico tridente

Creo recordar que se trataba de Ronaldinho, Eto'o y Messi. Así es, durante mucho tiempo estos tres jugadores eran conocidos con el sobrenombre del tridente del Barça por su capacidad para marcar goles a la par que realizar un juego vistoso, de esos que encandilan a la grada y convoca nuevos aficionados al deporte rey.

Hoy, sin embargo, no quiero hablar de fútbol, sino del mundo que habitamos y de lo que yo considero el auténtico tridente: el dinero, la fuerza y el amor. A mi modesto entender estos son los tres motores del mundo, no sólo del momento presente sino de toda la historia de la humanidad.

Obvia decir que (casi) todo se puede comprar con dinero, no puede haber felicidad si hay precariedad y es más importante tener que ser, o al menos eso es lo que piensa la mayoría de la sociedad actual. La fuerza, el poder, la violencia, la guerra, sirven para poner y quitar, para decidir sin consultar, para obligar, para imponer. Pero también está el amor, el mandamiento supremo del amor, que tiene una capacidad infinita para corregir injusticias y miserias, y para convertir en noble al más mísero de los seres humanos.

En mayor o menor medida todos nos movemos por estos tres impulsos, lo verdaderamente importante es aprender a actuar desde la lógica del amor, minimizando el poder del dinero y la posibilidad de ejercer la fuerza. Cuando el dinero o la fuerza se convierten en el centro de nuestra vida, ésta pasa a tener un precio y a ser vulnerable, cuando el amor ocupa ese lugar de privilegio nos convertimos en seres únicos, de valor infinito y nos dotamos de garantías suficientes para afrontar los avatares del destino con firmeza y confianza.

jueves, 10 de enero de 2008

Las esquinas de la vida

Ayer leí una columna espléndida en el periódico 20 minutos. Creo recordar que se titulaba "las esquinas de la vida". En una prosa poética muy cuidada la autora planteaba que la vida está llena de sorpresas, de contradicciones, de esquinas... pues apenas hay caminos rectos.

El sentido de la vida para la mayoría de los seres humanos pasa por alcanzar la felicidad. El camino que lleva hacia esa supuesta felicidad está lleno de personas, decisiones, momentos, palabras, sentimientos, etc. En la vida de todos los seres humanos hay personas amables, decisiones acertadas, momentos dichosos, palabras bonitas llenas de poesía, sentimientos nobles... pero también hay personas resentidas, decisiones equivocadas, momentos tristes, palabras poco oportunas, sentimientos oscuros... Esto es la vida, una aparente contradicción entre el bien y el mal, la alegría y la tristeza, el éxito y el fracaso, en otras palabras un camino con muchos caminos, con muchas esquinas.

En nuestra mano está, aunque no siempre sea posible, lo reconozco, elegir una vereda u otra, y a veces las menos transitadas son las más acertadas. Ir contracorriente, ir al margen supone desafiar a la mayoría, pero no siempre la mayoría tiene razón. Lo más importante es creer en uno mismo, tener un proyecto de vida lo más sólido posible y asumir que la felicidad personal también pasa por posibilitar la felicidad de los demás.

miércoles, 9 de enero de 2008

El desgaste de la educación

Ejerzo la docencia por vocación desde hace catorce años. En todo este tiempo han sido muchísimos los alumnos a los que he tratado de formar y educar. Entiendo que la escuela debe formar y la familia es la que debe educar, pero como este punto de vista no es compartido por la mayoría de los papás los docentes tenemos muy asumido ese doble rol, aunque no nos corresponda.

Creo que educar es manipular, en el sentido más artesanal de la palabra, es decir, dar forma. Sí, los maestros y profesores tenemos ese inmenso privilegio -también los papás aunque, insisto, muchos eludan su responsabilidad-, y como todo privilegio acaba provocando un gran desgaste. La desidia, la apatía, la falta de compromiso y de trabajo diario, el poco valor que se otorga al esfuerzo, etc. acaban menoscabando la moral del docente más optimista y luchador.

Todos los informes recientes hablan del poco nivel de nuestros alumnos. Puede que se haga una lectura más o menos interesada pero lo cierto es que estamos (desde hace unos años) en una recta con pendiente negativa o, lo que es lo mismo, nuestros alumnos cada vez aprenden menos los conceptos clásicos; me refiero a la gramática, las matemáticas, la física, la historia, etc. También es verdad que ahora saben mucho más de otras cosas y que su nivel de competencia en el uso de las nuevas tecnologías es altísimo.

Esto me lleva a plantearme: ¿cuál es el modelo de educación formal que queremos para nuestros hijos?, ¿qué nivel de competencia queremos que tengan nuestros trabajadores?, ¿para cuándo un pacto de estado en educación?... No tengo todas las respuestas a estas preguntas pero sí la certeza que se necesita un golpe de timón y la colaboración implícita de todos los estamentos pertinentes: familia, escuela y sociedad. ¡No podemos permitir que la educación y los educadores se desgasten más!.

martes, 8 de enero de 2008

El coste de la vida

Esta mañana hemos hablado en clase del coste de la vida. El tema resulta oportuno en cualquier momento, pero el consumo desmesurado con el que todos hemos acabado el año y las subidas de precios con que siempre nos recibe el año nuevo, hacen que ahora sea una buena ocasión para abordarlo.

La dinámica ha sido muy simple. Nos hemos planteado las opciones que tiene un joven actual para emanciparse. Por un lado hemos partido de unos ingresos mileuristas, como corresponde a esta generación, y por otro hemos hecho una aproximación a todos los gastos que se podrían derivar. Evidentemente los números no salen: 1.200 euros de gastos fijos mensuales (siendo optimistas en muchas partidas) frente a los 1.000 euros de ingresos.

Resulta lamentable pensar que los jóvenes tienen el futuro hipotecado, especialmente por culpa de la famosa "burbuja inmobiliaria". Si esa perspectiva no supone un estímulo para los jóvenes, ¿cómo vamos a culparles por no irse de casa hasta pasados los treinta?.

Cuando se habla del estado del bienestar se deberían garantizar todos los derechos fundamentales de las personas, y sin duda el derecho a una vida digna es uno de los más importantes. Personalmente creo que se imponen medidas políticas y sociales mucho más contundentes frente a la especulación. Lo que hay en juego es el futuro de toda una generación.

lunes, 7 de enero de 2008

Una Iglesia al lado de los pobres

A pesar de los tiempos que corren, de extremos que van desde un laicismo beligerante de izquierda radical a un integrismo creyente ultraderechista, me siento orgulloso de ser creyente, y más concretamente cristiano y católico. La espiritualidad forma parte del ser humano y le ayuda a encontrar un sentido a su vida, más allá de lo estrictamente tangible y material, al menos eso creo y esta creencia me aporta no pocas dosis de esperanza y felicidad.

Desde esta perspectiva me siento parte de una comunidad de hombres y mujeres que apuestan por la fe como motor de su vida, la Iglesia. Creo en una Iglesia abierta, acogedora, cálida, esperanzada, optimista, solidaria, reivindicativa, democrática... Creo en una iglesia no aferrada al poder, una iglesia de hombres y mujeres, una iglesia comunidad, una iglesia al lado de los pobres... Creo, además que la Iglesia debe ser capaz de hacer aquello que con tanto acierto propuso el concilio Vaticano II, es decir, leer los signos de los tiempos.

Con semejantes planteamientos cualquiera entenderá que me cueste mucho identificarme con determinados sectores de la iglesia y con algunos jerarcas. Afortunadamente, la Iglesia es poliédrica, es decir, tiene muchas caras, por eso me gusta reflejarme en personas como Víctor, Carlos, Manu, Joserra... misioneros que han hecho del servicio a los pobres su vida, y millones de cristianos de base, creyentes anónimos, que no salen en los medios, pero gracias a los cuales el mundo es un poco mejor y más justo cada día. Gracias Señor por todos ellos, y a los otros, ¡perdónales porque no saben lo que hacen!.

Nuevamente África, esta vez Kenia

Estos días atendemos con horror y angustia las noticias que nos llegan de otro país africano, esta vez Kenia. Un país que gozaba de una gran estabilidad, con el turismo como principal fuente de ingresos, está viviendo uno de los peores episodios de su historia reciente. Las elecciones celebradas a finales de año están bajo sospecha y los partidarios de los dos principales aspirantes se consideran vencedores. Esto ha provocado grandes disturbios en la calle, incendios, saqueos y diversas muertes. La imagen más impactante es la de la morgue repleta de cadáveres (dos y tres muertos por camilla) mientras que la noticia más sobrecogedora hace referencia a cómo los perros y otros animales devoran los cadáveres que aún permanecen en la calle.

Esta situación de Kenia me recuerda a la que vivió recientemente Costa de Marfil. Creo sinceramente que son procesos muy parecidos, y la desgracia es que Costa de Marfil aún no ha logrado recuperarse, ni siquiera tiene una paz definitiva, y ya han pasado varios años.

En el trasfondo de todos estos conflictos está la situación pésima en que las grandes potencias europeas dejaron a sus ex-colonias y la visión poco democrática que se tiene del poder en los países africanos. Efectivamente, la transición de poder aún no está bien asumida por parte de los políticos y eso hace que cuando alguien accede al poder procure por todos los medios enriquecer a los de su clan a costa de todo un país. Una pena, sin duda, y un reto al mismo tiempo, especialmente para todos los africanos.

Deseo que África deje de ocupar la portada de los periódicos por sus conflictos y pase a hacerlo por su diversidad cultural, étnica, religiosa, por la grandeza de sus gentes y por el espíritu emprendedor de sus políticos. Sólo así África dejará de ser el continente olvidado.

domingo, 6 de enero de 2008

¡Papi, cómprame un kalashnikov!

Hoy es día de Reyes, un día mágico para niños y grandes, un día lleno de ilusión, magia, regalos, juguetes... Carles y Laura recibirán hoy muchos juguetes: lego, geomag, electrocefa, el misterio de Pekín, allá tú, etc., juguetes educativos, no violentos, no sexistas.

Esto me hace pensar en un magnífico reportaje que ví ayer por la tarde: ¡Papi, cómprame un kalashnikov!. El reportero Jon Sistiaga hace un crudo retrato de una parte de la sociedad americana, la que vive enfundada en armas de fuego y apela constantemente a la segunda enmienda para justificar semejante barbaridad. Lo más duro del reportaje, si es que hay algo más blando, es cuando aparecen niños de apenas siete u ocho años disparando armas más grandes que ellos.

Las escenas del reportaje recuerdan a Bowling for Columbine, el oscarizado documental de Michael Moore, pero puestos a elegir me quedo con esta versión, que tampoco es neutral pero que además coincide con mi punto de vista sobre el tema. Sin duda alguna, lo grabaré en un DVD y será un material para ver y comentar en clase con los alumnos de bachillerato.

Pues sí, mientras mis niños juegan con sus legos hay otros que disparan armas de verdad, y muchos otros que no han tenido ningún juguete hoy porque la situación económica de su familia no lo permite. ¡El mundo sigue lleno de desigualdades!

sábado, 5 de enero de 2008

Algunas lecturas para este año

Empiezo el año, cómo no, con una nueva lista de títulos para leer: Los pilares de la tierra, Un mundo sin fin, La canción de los misioneros, Las benévolas, El niño del pijama a rayas, La bodega... Reconozco que todos son best-sellers y novelas, falta algún libro de teología, alguno de historia de la ciencia, etc. pero en estos momentos me apatece más evadirme en una novela histórica, por eso dejaré otras lecturas para más adelante, para el verano.

De momento, y aunque parezca increible, estoy leyendo Los pilares de la tierra. Digo increible porque debo ser de los pocos que aún no lo había leído. Es un libro voluminoso, pero muy fácil de leer y me está resultando agradable. Cuando lo acabe haré una pequeña recensión aquí mismo.

Cuaderno de bitácora

A lo largo de mi vida han sido muchos los cuadernos que he escrito, la mayoría con contenidos puramente académicos pero también unos cuantos con temas personales. Estos últimos aún los conservo, al menos eso creo, y de vez en cuando me da por releerlos. Me doy cuenta de mi evolución como persona y compruebo cómo mis intereses han ido cambiando a medida que maduraba y las circunstancias que me rodeaban iban cambiando.

Hoy empiezo este nuevo cuaderno (este blog) con la intención de escribir en él mis reflexiones más personales y compartirlas con todos aquellos que las quieran leer. De entrada no quisiera discriminar ningún tema y, por tanto, puede haber comentarios muy diferentes (sobre la educación, la familia, la fe, la ciencia, la vida, el amor, la muerte, etc.), como diferentes y diversos son todos los días de mi vida.

Espero ser capaz de cumplir conmigo mismo y actualizar este blog a diario. Si no es así querrá decir que una vez más los compromisos del año nuevo han quedado en saco roto.