
Se trata de una vía de agua artificial que une el golfo de Corinto con el mar Egeo por el istmo de Corinto, abriendo esta vía al transporte marítimo y separando el Peloponeso del resto de Grecia. Mide 6,3 km de largo y se construyó entre 1881 y 1893 por el ingeniero húngaro Esteban Türr a partir de los proyectos de Lesseps, que por su parte recogían el antiguo trazado de Nerón.
El canal evita el rodeo de 400 km alrededor de la Península del Peloponeso a los barcos pequeños, ya que sólo tiene 21 m de ancho y 8 de profundidad. A pesar de estas limitaciones, cerca de 11.000 barcos cruzan el canal cada año, en su mayoría pertenecientes a rutas turísticas. Excelente obra de ingeniería.