Hace apenas unas horas hemos visto con incredulidad y tristeza cómo el sueño olímpico de Madrid 2016 volvía a esfumarse cuando ya casi se estaba rozando con la punta de los dedos.
Supongo que la noticia habrá despertado sentimientos encontrados. Personalmente conocer que los Juegos del 2016 se iban a Río de Janeiro en lugar de venir a Madrid me ha parecido una mala noticia. No conozco los méritos de Río, más allá de ser una firme apuesta para llevar los Juegos al cono sur americano, sí conozco los de Madrid y, sinceramente, esta vez habían hecho muy bien los deberes. En fin, no sabemos si Gallardón y compañía tendrán aún fuerzas y ganas para intentar luchar por los del 2.020... El máximo reto del deportista es saber perder y reconocer los méritos del campeón, así pues, felicidades Río y ánimo Madrid.