
Con el tiempo el mensaje ha ido perdiendo fuerza y se imponen nuevas formas de canalizar esa sinergia positiva. Es posible que la falta de líderes del movimiento sea una de las causas de la pérdida de fuerza y presencia en los medios aunque quizás no sea la única. A mi modesto entender no faltan razones para indignarse y reaccionar (el libro que me acabo de leer -"Reacciona"- aporta argumentos de peso), más bien al contrario, sobran razones, si bien no es menos cierto que la persistencia, la organización y el liderazgo son cuestiones claves para avanzar en esa revolución tan urgente como necesaria.