Este lunes, como cada 19 de mayo, celebramos el aniversario de Carles y Laura, y ya van 9. Pues bien, ya se sabe que las casualidades existen: este mismo lunes nacía Carla, la hija de Tomás y Yolanda. Con 3 kg de peso y 50 cm de altura, Carla veía la luz de este mundo hacia las 2,30 h de la tarde. Digo casualidad porque el parto estaba previsto para una semana más tarde y se adelantó, y casualidad porque se llamará Carla, es decir, mismo día de aniversario y de santo para Carles y Carla. ¡Bendita casualidad!
Más allá de las casualidades ya mencionadas el hecho de contar con uno más en la familia es un motivo inmenso de satisfacción. Tomás y Yolanda han sufrido mucho para llegar hasta este momento. Algunos de esos trances también los hemos vivido Olga y yo, por eso nos cuesta poco ponernos en su lugar y felicitarnos con su felicidad.
Deseo que Carla sea muy feliz, y le pido a Dios que llene de ilusión, perseverancia, fe y salud a sus padres, para que puedan darle a Carla una educación tan magnífica como la que ellos recibieron. Y no me cabe duda de que será así porque son dos grandes personas y dos buenos amigos míos y se lo merecen. Felicidades.