
Apenas conocía al "Pare Manel", sólo su faceta pública, su vinculación con determinados artistas (como el fallecido Rubianes) y que estaba ligado a las cárceles. Después de leer el libro identifico a un personaje curioso, con un rostro público y otro privado que le generan no pocas controversias, con una visión de la vida, de las relaciones humanas y de la Iglesia con las que me identifico bastante. En parte me recuerda al querido hermano Adriano, al que por cierto nombra como uno de sus referentes. Me quedo con algunas de las afirmaciones que hace el "pare Manel": apoyo el celibato voluntario, el sacerdocio femenino, la unión de personas del mismo sexo... pero, sobre todo, el acompañamiento a las personas. Que Dios te bendiga, que puedas seguir al pie del cañon muchos años más y que otros, dentro o fuera de la Iglesia, sigan tu estela.