Si en verano leí el libro de John Boyne ahora no podía sino ir a ver la película de Mark Herman. Creo que se trata de una buena adaptación de la novela. Creo, incluso que algunas incorrecciones históricas se han depurado en el paso al séptimo arte. Además, los personajes, la ambientación, la música y la puesta en escena son bastante correctas. Sin embargo, coincido con otras críticas (véase la de Manuel Jiménez en tublogdecine.com) al afirmar que le falta ritmo, emoción, dramatismo... Si se hubiese incidido más en la relación entre los dos niños (ambos realizan una interpretación magnífica) el film hubiera ganado en intensidad.
Desde luego que el tema del nazismo está bastante trillado en el cine, pero la originalidad de esta obra estriba en el punto de vista del protagonista, un niño alemán, cuyo padre es el comandante responsable de un campo de concentración. Ahora bien, el director ha hecho un buen trabajo pero no una obra maestra. Esta película no está a la altura de "La vida es bella" o de "La lista de Schindler", aunque sin duda cuando se ve no te deja indiferente y, desde luego, yo la recomiendo.