Hoy ha sido un día muy especial en mi parroquia: en una ceremonia larguísima, de casi dos horas, tres adultos han sido bautizados, siete han recibido la comunión por primera vez y cuarenta han confirmado su fe delante de la comunidad, en presencia del vicario episcopal, mossen Ángel Sanz.
No cabe duda que en momentos como los actuales, con la crisis de fe y de confianza que está viviendo la Iglesia, estos números son magníficos. Lo que me apena es pensar que cada vez son menos los autóctonos que quieren acceder a recibir el sacramento de la confirmación. Este año he tenido un grupo fantástico, muy constante, y con mucho interés en aprender y profundizar su fe, pero donde todos sus miembros eran de países sudamericanos. ¿Por qué los jóvenes y adultos de aquí no quieren dar ese paso?, ¿qué hacemos mal, o simplemente no hacemos?. Quizás es que la particularidad del barrio y de la parroquia llevan implícita esta situación, quizá.
En fin, más allá de estas cuestiones, creo que la ceremonia pasará a la historia, sobre todo por el increíble número de fotografías que se han hecho. Pensando en el año que viene hay que decirles a los confirmandos, sean de donde sean, que no se puede posar en el altar mientras la celebración está teniendo lugar!!!. Amén.