Hoy es lunes de Pascua. Los cristianos celebramos que Cristo ha vencido a la muerte y ha resucitado, y que un día todos estamos llamados a resucitar igual que Cristo.
Las últimas semanas están siendo duras para la Iglesia. Numerosos casos de curas pedófilos y pederastas están siendo portada en los medios de comunicación. No creo que este problema sea exclusivo de la Iglesia, es una lacra que afecta a toda la sociedad. Lo que sí es cierto es que la Iglesia simpre ha tratado de ocultar estos casos para que no dañaran la imagen de la institución y en eso creo que han cometido un gran error.
Las personas que abusan de otras personas cometen un pecado pero también un delito, sea seglar o laico. No se puede pretender ocultar el delito con el simple arrepentimiento. Los miembros de la Iglesia que han cometidos abusos a niños o a otros seres humanos deberían pagar sus delitos ante la justicia ordinaria y luego ante la justicia divina.
Si Pascua es resurrección, es vida que vence a la muerte. No podemos dejar que la Iglesia muera por culpa de unas pocas personas que abusan y de otras que les tapan, la Iglesia debería estar preferentemente al lado de las víctimas, sobre todo si son niños. Ojalá no se den más situaciones de este tipo nunca, pero mucho me temo que si no hay un cambio de tratamiento en relación a la vivencia de la sexualidad por parte de los curas y del resto de cristianos, seguirán habiendo desviaciones lamentables.