Reconozco que empecé a leer la tercera parte de la trilogía de Stieg Larsson, reconozco que me enganchó como las otras dos novelas anteriores, y reconozco también que el día a día se avalanzó sobre mí hasta el punto de dejarla aparcada hasta temporadas más ociosas. En este impass resulta que se ha estrenado la película correspondiente y no he podido resistir la tentación, así es que he ido a verla. "La reina en el palacio de las corrientes de aire" es el título de esta novela y película.
Sinopsis (labutaca.net): "En este desenlace de la saga Millennium la tensión se dispara. Tras el agónico final de “La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina”, puede que Lisbeth Salander haya sobrevivido a ser enterrada viva, pero sus problemas están lejos de haber acabado. Está acusada de triple asesinato y fuerzas poderosas intentan silenciarla de una vez por todas. Mientras, Michael Blomkvist escarba en su oscuro pasado y pronto encuentra sus huellas."
Es obvio que ninguna de estas tres películas pasarán a la historia del cine pero no es menos cierto que muchos de los lectores de la trilogía Millennium hemos caído en la suprema tentación de poner imagen al texto. Cierto que las tres novelas sí pasarán a la historia de la literatura, más por la cantidad de ejemplares vendidos y por la prematura muerte del autor, que por su corte literario, pero así es la vida. Estaremos pendientes para ver quién trae la novedad.