domingo, 31 de julio de 2011

Esencia de humanidad

Los seres humanos somos de una complejidad extraordinaria, tenemos una dimensión física o corpórea, una dimensión afectiva, una dimensión intelectual y una dimensión que va más allá de todas las anteriores, es lo que podemos conocer como lo más profundo de nuestro ser. En la primera dimensión encontramos nuestro cuerpo, nuestros rasgos físicos distintivos, es la dimensión tangible de nuestra existencia. La dimensión afectiva corresponde a nuestros sentimientos, que si bien pueden tener una cierta manifestación externa, no siempre se hacen visibles. La dimensión intelectual corresponde a nuestros pensamientos, a nuestro raciocinio; cierto que en determinadas ocasiones damos a conocer nuestro punto de vista, de forma oral, gestual o escrita, como también lo es que muchas otras veces no sabemos cómo posicionarnos o preferimos reservarnos el juicio o la opinión. Por último, la parte más profunda de nuestro ser es tan interior que sólo nosotros tenemos acceso a ella y para eso es necesario contar con nuestra más sincera aprobación; aquí nos encontramos con nosotros mismos, con lo que somos realmente, con los demás, con Dios, es la esencia de nuestra humanidad.

Muchas personas cultivan su físico, otras manifiestan una afectividad y una sensibilidad extraordinarias, las hay que poseen un gran nivel intelectual y elaboran grandes discursos sobre otros tantos temas, pero son pocos los seres que cultivan esa mirada interior que les permita descubrir su esencia. No cabe duda que todas estas facetas no son compartimentos estancos, que se puede cultivar el cuerpo y la mente, que se puede ser una persona intelectual con una gran asertividad, etc. Lo importante es, no obstante, que seamos conscientes de la existencia de esa parte más profunda y que aprendamos a hacer silencio para escuchar las voces internas que nos ayuden a darle sentido a todo lo que hacemos. En esta vida se pueden hacer dos cosas: vivir o dejarse vivir, y para vivir una vida con plenitud debemos gobernar nuestra barca sabiendo donde queremos dirigirnos, y en esa ambiciosa empresa es básico descubrir nuestra esencia como personas. No seas cobarde, busca un lugar silencioso, cierra los ojos, ¿qué ves?, ¿qué oyes?.