Església plural ha celebrado hoy una diada por el pluralismo en la Iglesia. El ponente principal ha sido Jose María Castillo, el autor de referencia de Joserra.
Castillo, que acaba de dejar la Compañía de Jesús con 78 años, tiene infinidad de libros publicados y goza de un merecido prestigio en los círculos más progresistas de la iglesia católica. Conocedor de varios idiomas, escritor prolijo, dominador de la oratoria y hombre con una experiencia vital intensa, hoy ha hablado del pluralismo dentro de la iglesia.
Para Castillo la iglesia es plural o no es. El problema más grande de ese pluralismo, que debe ser visto y vivido como oportunidad y no como amenaza, es la intolerancia. Todos somos intolerantes y nos creemos con el derecho y la obligación de imponer nuestros criterios a los demás, en la iglesia y en la sociedad. Esa intolerancia es consustancial al ser humano pero puede y debe ser educada para minimizar sus efectos negativos. Se necesita una teología, una ética y una liturgia del pluralismo.
Castillo, con un sentido del humor muy andaluz, ha levantado su voz crítica contra la intolerancia de la jerarquía eclesial y ha hecho gala de su optimismo vital cuando ha dicho que "para que las cosas vayan bien primero han debido ir muy mal" y, ciertamente, en muchos temas de iglesia las cosas están empezando a tocar fondo.
Castillo me ha recordado mucho a Joserra, he sintonizado ampliamente con sus planteamientos y me ha gustado oirlo. Lamento profundamente que voces como la suya sean silenciadas en la iglesia, una institución a la que amo profundamente pero que necesita una renovación profunda. Gracias profeta.