La escuela Tecla Sala, donde trabajo desde hace seis años, está de fiesta: este curso celebra su 50 aniversario. No conozco demasiado bien la historia del Tecla, sí se que durante muchos años los corazonistas se hicieron cargo de la escuela hasta que hace más o menos una década decidieron dejarla en manos de la Fundación de escuelas parroquiales, y por extensión, del obispado de Barcelona.
Por la escuela Tecla Sala han pasado ya varias generaciones de ciudadanos y ciudadanas de l'Hospitalet. La mayoría de estos alumnos han traído a sus hijos al Tecla y se da la circunstancia que alguno ya trae a sus nietos. Así es el Tecla, una escuela grande, más de 1.200 alumnos, con una clara apuesta por la excelencia académica, pero que nunca ha querido perder ese estilo cercano y familiar que caracteriza a las escuelas cristianas. La formación de personas en conocimientos y valores, comprometidas con su ciudad y con el mundo, sigue siendo el elemento central de toda nuestra acción educativa.
A lo largo de este curso habrá diferentes momentos festivos donde la gran familia del Tecla podrá volver a encontrarse. Para empezar a abrir boca, el pasado 29 de noviembre tuvo lugar la presentación oficial en la plaza del ayuntamiento y en el patio del cole. Gigantes, castellers, diables... no faltó de nada, y la gente respondió con una asistencia espectacular. Esperemos que otros momentos, igual o incluso más intensos, se vayan repetiendo. Felicidades Tecla, por muchos años.