
La llegada de los rusos hace que Amir y su padre huyan de Afganistán y acaben recalando en Estados Unidos. Con el tiempo Amir se convertirá en un gran escritor. Tras el fallecimiento de su padre recibe la llamada de un amigo que le insta a volver a Afganistán. Allí conocerá que Hassan y su esposa han sido asesinados por los talibanes y que el hijo de ambos está en un orfanato. Amir consulta con su esposa y deciden adoptar al niño. Acceder hasta él no será fácil, pues significará acudir a la morada de los talibanes. Finalmente Amir y el hijo de Hassan lograrán escapar y regresan a América para iniciar una nueva vida.
Es una película dura y sensible al mismo tiempo. La historia está llena de violencia y de bondad, de injusticia y de solidaridad... resultando un magnífico cóctel de contrastes donde es difícil no dejar escapar alguna que otra lágrima. Eso por no hablar de la música, la banda sonora firmada por el español Alberto Iglesias es simplemente genial. Hacía mucho tiempo que una película no me dejaba tan "tocado" como ésta, la recomiendo fervorosamente.