Ya se celebraron las esperadas elecciones generales en España y resultó ganador el PSOE con Zapatero a la cabeza (169 escaños), seguido por el PP de Rajoy (153 escaños). Del resto de partidos sólo aguantaron el tirón CiU (11 escaños) y EAJ-PNV (6 escaños), que mantienen grupo parlamentario. El resto de partidos minoritarios han perdido representación, siendo los casos más destacados los de IU y ERC, tanto es así, que Llamazares ayer mismo tiró la toalla al frente de IU.
Más allá del baile de cifras lo auténticamente cierto es que el verdadero ganador de estas elecciones es el bipartidismo. La sociedad se ha polarizado en torno a PSOE y PP, entendiendo que un voto más allá de estos macropartidos es un voto inútil. Considero esta apreciación colectiva de una profunda gravedad. El trabajo que han hecho los partidos minoritarios durante la última legislatura ha sido muy eficaz, siempre se necesita un "pepito grillo" para poner los puntos sobre las íes y para llamar la atención sobre muchos asuntos considerados menores, pero de una gran importancia para el ciudadano anónimo.
Sinceramente, me alegro con la victoria del PSOE (o mejor aún, con la no victoria del PP), pero creo que el bipartidismo es un paso atrás en la democracia. Los debates televisados siempre son interesantes, pero cuando son únicamente a dos bandas se pierde la riqueza de otras formas de entender la política. ¿Nos podemos imaginar debates en el congreso sin la aportación de las otras fuerzas políticas? Sería bastante pobre.
Y ya que estoy, me gustaría pedirles a los dirigentes de IU que recuperen su espacio de una vez por todas. Al comunismo de este país le hace falta un líder carismático, que haga política a la izquierda del PSOE y que recupere tantos y tantos votos que ayer se fueron a las filas socialistas. Hay que trascender la pluralidad de siglas, hacer autocrítica y refundar el partido si hace falta. Y un partido comunista en condiciones daría muchísmo juego a la política española.