
En el patio central destaca una columna que sostiene una estructura muy grande; en ella se pueve ver al dios Tlaloc y cada cierto tiempo cae agua. La foto fue obligada. Estructurado en diversas salas (Culturas del norte, Mayas, Mexica, Toltecas, etc), dispone de miles de piezas con siglos de historia: máscaras, adornos, esculturas, glifos, pebeteros... si bien algunas destacan, ya sea por su majestuosidad como la cabeza tolteca, por su preciosidad como la máscara teotihuacana, o por su tecnología como el calendario azteca, etc.
Estuvimos unas tres horas visitando este magnífico museo pero podríamos haber pasado varios días disfrutando de la inmensa cultura que desilan todas y cada una de sus salas. Desde luego si en algún momento de vuestra vida pasáis por México no dejéis de hacer una escapada a este lugar mágico.