Este curso la promoción de segundo de bachillerato del Tecla Sala ha sido excepcional. Para muestra dos botones: por un lado, hemos dado cuatro matrículas de honor (las máximas que se podían dar según el número de alumnos) pero teníamos siete alumnos con una nota de expediente superior al 9; por otro lado, tres de estos alumnos han obtenido una nota superior al nueve en las pruebas de acceso a la universidad (PAU), razón por la cual han recibido una distinción honorífica en el Palacio de Pedralbes.
Para mí es especialmente emotiva esta situación pues se da la circunstancia que cuando entré en el Tecla fuí tutor de primero de ESO de esta promoción. Ahora, seis años después, muchos de ellos han hecho bachillerato en el centro y pasarán a la historia como una de las mejores promociones en sus cincuenta años de existencia. Ahora sólo queda esperar que la inmensa mayoría pueda entrar en la universidad que desea y hacer los estudios que quieren, suerte a todos ellos.
Respecto a las PAU, ésta ha sido la última convocatoria en el formato actual, el próximo año se pondrán en marcha con un nuevo formato. No creo que pueda valorar la bondad o maldad del nuevo modelo un año antes de que se realice, pero ya de entrada puedo decir que me sabe mal perder las PAU tal y como estaban hasta ahora. Con todas las críticas posibles se trataba de un modelo justo, con un nivel bastante aceptable y que permitía hacer de filtro en el acceso universitario. Sólo espero que las nuevas PAU cumplan su cometido. Y ojalá que muchos otros alumnos del Tecla sigan los pasos de Carlos, Néstor y Laura.