martes, 9 de agosto de 2011

Al sur de la isla

Manhattan es muy grande y verlo todo de una sola vez (en un solo viaje) resulta tarea casi imposible. Para empezar a visitar la isla nosotros optamos por el Lower Manhattan. El paseo por Battery Park nos llevó desde el puerto donde sale el ferry que va a la estatua de la libertad y Ellis island hasta el World Financial Center (tiene un vestíbulo increíble, lleno de palmeras, parece un oasis en medio de un desierto de asfalto) y la Zona Cero.

Durante el trayecto empezamos a percibir el estilo de vida neoyorkino, gente obsesionada por el trabajo que aprovecha el poco tiempo del almuerzo para respirar aire puro y disfrutar de las excelentes vistas de su ciudad. Una ciudad en la que no hay contenedores, que abusa del plástico y de todo tipo de embalajes, que tiene un sonido característico, el del tráfico constante acompañado de las sempiternas sirenas de bomberos, policías y ambulancias, una ciudad de la que sale vapor del suelo, una ciudad llena de contrastes.