La Zona Cero impresiona, más por pensar lo que hubo que por imaginar lo que habrá. Resulta evidente darse cuenta que habrá un antes y un después del 11-S en esta ciudad (y en Estados Unidos y, posiblemente, en todo el mundo). El vacío, material y sobre todo humano, que dejaron las Torres Gemelas difícilmente se podrá volver a llenar.
Han pasado casi diez años y la tragedia sigue estando muy presente en el corazón de los neoyorkinos, basta con asomarse al centro de visitantes de la WTC, donde pueden verse imágenes gráficas, testimonios y objetos propios de personas que dejaron su vida en ese lugar. La nueva construcción avanza a buen ritmo, habrá quien pensará lo contrario, en cualquier caso ¿será lo suficientemente emotiva como para albergar tanto sufrimiento y tanto recuerdo?, ya lo veremos.