
Esta novela me ha acompañado muchos despertares en NY. Levantarme, mirar por la ventana el amanecer sobre Manhattan y ponerme a leer las aventuras de Hasan era todo un ritual. La historia es la típica de los grandes viajeros pero sazonada con un toque de mestizaje cultural y religioso muy interesante. Los encuentros y desencuentros entre cristianos, judíos y musulmanes, las intrigas político-económicas de finales del siglo XV y primera mitad del XVI, el nefasto papel histórico de algunos supuestos grandes personajes... hacen que la novela sea muy entretenida y enganche al lector, que acaba pasando buenas horas de ocio y sabiendo mucho más de algunas cuestiones culturales que cuando empezó.