sábado, 27 de agosto de 2011

JL+1

Ha pasado un año desde que te fuiste querido José Luís. Se que tú no querías marchar todavía, que querías disfrutar más del amor y la compañía de Pepi, de tus hijos, de tus nietos, de tus amigos, pero no pudo ser. Imagino que desde esa atalaya privilegiada en la que debes estar nos miras cada día, y ves cómo nuestras vidas siguen, porque la rutina es muy poderosa, pero seguro que también percibes hasta qué punto te añoramos. El tiempo va apaciguando el dolor, no así la sensación de ausencia, de vacío. Sin duda otras personas con las que conviviste más tiempo te echan mucho de menos, nuestra relación de familia fue corta en el tiempo, y sin embargo mi identificación contigo era importante y tu partida me afectó de manera profunda. José Luis, sigue velando por nosotros, protégenos, ayúdanos a enmendar nuestros errores y no permitas nunca que tu recuerdo se vaya difuminando. Adiós suegro.