
Pero si el exterior es curioso su interior apabulla: una inmensa cantidad de personajes famosos, de todo tipo y condición, reproducidos en cera a tamaño natural hacen las delicias de grandes y pequeños. Como era de esperar algunos están más logrados que otros, pero he de reconocer que el parecido de algunos resulta abrumador hasta el punto de preguntarte si realmente son de cera. Creo recordar que tanta foto acabó con más de una batería, suceso que debe ser más que habitual habida cuenta que a mitad de recorrido tienes una máquina para recargar la batería en apenas quince minutos, al lado del bar por supuesto.