
Hemos ido tres veces a Central Park: la primera para dar una vuelta en bici, la segunda para hacer un picnic con comida de Zabar's y la tercera para pasear y descubrir algunos rincones preciosos. La vuelta en bici resultó agotadora y sirvió para que registráramos las impresionantes dimensiones de este parque urbano. El picnic, sentados en la hierba un mediodía de agosto, chulísimo. El paseo a pie nos permitió visitar el castillo, el teatro donde representan obras de Shakespeare, la estatua de Alicia en el País de las maravillas, etc. Magnífico parque.