jueves, 8 de agosto de 2013

El silencio en la isla de Batz

Otro día en Bretaña. Ponemos rumbo con el coche a Roscoff. Cuando llegamos aparcamos y nos dirigimos al embarcadero para coger una de las naves que llevan a la isla de Batz. ¡Quince minutos de travesía… y se alcanza la paz!


La encantadora isla de Batz se visita a través de sus magníficos senderos costeros. La isla vive de la pesca, el cultivo de hortalizas y del turismo. A pesar del calor y la gente resulta fácil impregnarse del ritmo de la isla, saborear la tranquilidad y disfrutar de la belleza exuberante de su vegetación. Un remanso de paz.