sábado, 10 de agosto de 2013

Raz, la punta de Bretaña

El extremo más occidental de Francia es la Punta del Raz. Entre rocas abruptas y un mar esmeralda, cuando uno mira al Atlántico ve la isla de Sein y, en los días claros, hasta el faro de Ar Men. No hay una panorámica más emblemática.

La Punta del Raz se eleva a 70 m de altura. La Punta, esculpida por el mar y batida por los vientos, vale por sí sola un viaje a Bretaña. Ante ella se yergue el faro cuadrado del islote de la Vielle, que fue inaugurado en 1887 y no fue automatizado hasta 1995. Hasta entonces los fareros se sucedían en condiciones climáticas a veces muy difíciles.

Desde 1996, la Punta del Raz es un entorno natural protegido con un aparcamiento en la entrada y senderos señalizados. Son medidas indispensables para conservar el equilibrio ecológico de la Punta a pesar del millón de visitantes que recibe anualmente. Así ha podido conservar su carácter salvaje y único. Como anécdota decir que tras una breve incursión por las piedras de la Punta, al volver al coche me dí cuenta de que había dejado la ventanilla del conductor bajada; por suerte todo estaba en su sitio, menudo susto.