Ayer leí una columna espléndida en el periódico 20 minutos. Creo recordar que se titulaba "las esquinas de la vida". En una prosa poética muy cuidada la autora planteaba que la vida está llena de sorpresas, de contradicciones, de esquinas... pues apenas hay caminos rectos.
El sentido de la vida para la mayoría de los seres humanos pasa por alcanzar la felicidad. El camino que lleva hacia esa supuesta felicidad está lleno de personas, decisiones, momentos, palabras, sentimientos, etc. En la vida de todos los seres humanos hay personas amables, decisiones acertadas, momentos dichosos, palabras bonitas llenas de poesía, sentimientos nobles... pero también hay personas resentidas, decisiones equivocadas, momentos tristes, palabras poco oportunas, sentimientos oscuros... Esto es la vida, una aparente contradicción entre el bien y el mal, la alegría y la tristeza, el éxito y el fracaso, en otras palabras un camino con muchos caminos, con muchas esquinas.
En nuestra mano está, aunque no siempre sea posible, lo reconozco, elegir una vereda u otra, y a veces las menos transitadas son las más acertadas. Ir contracorriente, ir al margen supone desafiar a la mayoría, pero no siempre la mayoría tiene razón. Lo más importante es creer en uno mismo, tener un proyecto de vida lo más sólido posible y asumir que la felicidad personal también pasa por posibilitar la felicidad de los demás.